Voluntariado desde Grecia

Hoy Paula (Ruta) nos cuenta su experiencia desde Grecia, donde está participando en un campo de voluntariado.

Hace seis días aterricé en Atenas con los nervios que produce probar algo nuevo y dispuesta a sumergirme en la vida ateniense durante las dos semanas que dura mi voluntariado. Este consiste en trabajar como monitora en un campamento para niños, de entre seis y doce años, cuyos padres se han visto más afectados por la crisis. Aunque al principio pensé que habiendo estado en tantos campamento desde pequeña no podía ser tan difícil trabajar como monitora en uno, al acabar el primer día el resto de mis compañeros internacionales y yo coincidimos en que tratar con niños tan pequeños que solo hablan griego no iba a ser tan fácil. Sin embargo, a medida que pasamos más tiempo con ellos y aprendemos a explicar cómo se juega a "bulldog" o al "estratego", por ejemplo, mediante señas y gestos, nos damos cuenta de que el trabajo vale la pena. Y no sólo por el hecho de que tras cada día de trabajo vas creciendo y madurando, sino porque esta experiencia me ha permitido conocer a gente de todo el mundo (Japón, Corea, Ucrania, Rusia, Italia, Francia, Dinamarca...) y sus culturas. Y aunque se me vaya a hacer raro un verano sin campamento scout, qué mejor que conocer la vida griega desde dentro y poder llevar un pedacito de nuestro grupo a estas tierras.