Semidioses, confiad los unos en los otros, cubríos con vuestros escudos y luchad mano a mano por aquel que comparte su pan y su vino con vosotros. Sentid la hermandad que os define, la sangre real de vuestro linaje, de nuestro linaje. En esta gran familia que formamos todos somos igual de importantes, sin importar nuestras dotes en el campo de batalla, tenemos algo mucho más fuerte que nos une, todos somos una unidad, un batallón, en el que los veteranos deben enseñar a los jóvenes aprendices, para que los los pies caminen cuando la cabeza lo dicte.
Cuando hayamos derrotado a los titanes, celebraremos por todo lo alto la vida y reiremos para que los hombres y las mujeres que creen en nosotros, sepan que aún estamos aquí, velando por su salud.
Dionisos.
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